Una mirada de lo accesibile a lo asequible

de noche, Braulio Mogollón viste un traje negro, su corbata es del mismo color, usa además una camisa de color rosado, Braulio está junto a su bastón guía,

No hay nada más gratificante que poder leer los escritos creados por grandes autores, eso es lo que sentí cuando leí el ensayo de nuestro gran amigo el Doc. Braulio Mogollón, quien participó en el concurso anual de creación literaria, un evento magistral organizado por El Centro de Rehabilitación de Ciegos de Lima,   CERCIL.

Este evento invita a las personas con discapacidad, no solo de Perú, sino también a cualquier persona que quiera explorar su creatividad y así poder participar en la creación de ensayos, cuentos y poesías, esta última categoría en el 2023 dio como ganador a nuestro estimado Doc.

Este año Braulio se aventuró en la creación de un ensayo académico inspirado en una frase de su jefe Carlos Angulo, Director del Centro de Idiomas de la Universidad Antonio Ruíz de Montoya en pueblo Libre Lima, Perú, quien dijo alguna vez: “podemos poner 20 computadoras bien equipadas en un salón y eso es accesibilidad, pero sino educamos, no instruimos, no concientizamos a la gente ¿dónde queda la asequibilidad, la parte humana, la empatía que todo el mundo tiene?”, gracias a esta frase nació el ensayo que quiero compartirles tal cual pensó y escribió Braulio Mogollón, para que al igual que yo, lo disfruten como debe ser.

 

UNA MIRADA DE LO ACCESIBLE A LO ASEQUIBLE EL DOC

 

En el presente ensayo debo empezar por una contextualización de investigación y responder de qué manera la asequibilidad ha colaborado, de manera eficaz con la accesibilidad en ámbitos variados para las personas con discapacidad visual. El tema que he tomado a consideración tiene relación con la inclusión laboral y académica para las personas con discapacidad visual, también debería considerar la parte arquitectónica y de cómo la accesibilidad en nuestro país es mínima y que de una u otra manera la poca existente es muy complicada de manipular. Al haber ingresado a la universidad para estudiar mi segunda carrera, me doy con la sorpresa que la accesibilidad para yo poder desenvolverme como estudiante era prácticamente muy básica lo que me hizo recordar a mi época estudiantil pasada, aunque obviamente los tiempos han evolucionado y hoy en día tenemos tecnología por todos lados. De igual manera, había muchas complicaciones para mi desarrollo dentro de la misma. Por eso para poder desenvolverme eficazmente, al no tener un buen respaldo por parte de la accesibilidad, afortunadamente apareció la asequibilidad que vendría a ser el lado humano no tan solo de los docentes, sino también del personal que labora en toda la universidad. En lo que respecta al alumnado se ha dado en mediana cantidad, lo que no significa que sea por una cuestión de empatía, sino también de otras circunstancias aleatorias esperando que esto pueda mejorar para que de esa manera la asequibilidad sea óptima. Por eso considero, que en esta relativa accesibilidad la parte amical llamada asequibilidad que se convierte en una herramienta muy valiosa para poder lograr objetivos trazados. Y la idea principal es poder aportar a que si no hay accesibilidad las personas en el entorno puedan ayudar a que cualquier persona con discapacidad visual pueda lograr objetivos contando con una colaboración adecuada no con una suplantación sino con una ayuda concreta y bien hecha. De tal manera, surge la pregunta ¿De qué manera la asequibilidad se constituye como una oportunidad de inclusión para las personas con discapacidad visual? Para poder plantear el lugar de enunciación debo colocar como ejemplo, que al momento de comenzar mis estudios en la universidad me di cuenta de que el material de lectura no era accesible para una persona ciega como yo, además había un desconocimiento en cuanto a cómo poder trabajar con una persona con discapacidad visual en las diferentes materias asignadas a mi carrera. Recuerdo que estuve a punto de abandonar la carrera, pero afortunadamente una docente me propuso algunas adaptaciones, entonces basándome en ellas yo tomé esos lineamientos para compartirlos con otros docentes y así poder continuar con mi sueño de estudiar de manera inclusiva y no abandonar la carrera a dos semanas de haberla iniciado. Así es como otros docentes comenzaron a conversar conmigo para saber cómo podríamos avanzar con mi aprendizaje, así yo les compartía esta idea surgida a comienzos de mis estudios en la universidad. Lo interesante fue que cada uno de ellos le iba agregando de manera personal un nuevo detalle para lograr que todo sea de fácil acceso para mi persona. Es decir, aparecería el lado empático de cada uno de los docentes para darme todas las facilidades de manera muy gentil y comprometida con la enseñanza para así poder lograr mis objetivos trazados. Y en manera conjunta sin reducir el nivel de enseñanza de las diferentes materias, he tenido la oportunidad de presentar tareas y obviamente presentarme a las diferentes evaluaciones requeridas en cada uno de los cursos estudiados por mi persona. A la fecha la universidad ha elevado su trabajo de manera minuciosa para poder ayudar a sus nuevos alumnos con discapacidad visual, lo que me llena de alegría porque dicha implementación tiene que ver con las diferentes reuniones que he tenido con los especialistas y sus autoridades; quienes en todo momento se ha mostrado interesados en desarrollar una accesibilidad eficaz. Tomando en cuenta mi caso, una persona con discapacidad visual que no lee braille y que además ha tenido ciertas limitaciones para utilizar la tecnología. Entendiendo de manera criteriosa que el hecho de ser personas con una discapacidad no las hace iguales ni en sus virtudes ni en sus defectos. Por otro lado, ha sido muy complicado poder obtener antecedentes académicos basados en la pregunta de investigación que yo vengo realizando, asimismo, me ha llevado por una ruta de investigar cómo se puede concatenar ambas circunstancias en una mejor inclusión para las personas con discapacidad visual. Según la UNESCO (La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), hace referencia a una accesibilidad educativa por intermedio de una inclusión metodológica, que ha servido para que muchos maestros puedan trabajar de manera adecuada con sus alumnos. En el Perú tenemos al CONADIS (Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad), quiénes se encargan de velar por el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad los mismos que son endebles y fraudulentos en su ejecución. Asimismo, según CODIP (Comité de Damas Invidentes del Perú), refiere que se ha dedicado a poner en manifiesto la inclusión y reconsideración en lo que respecta a la mujer invidente en el Perú, y sobre todo el respeto a sus derechos y empoderamiento en la sociedad. Pero si seguimos mencionando instituciones nos damos con la sorpresa que no hay un artículo, el cual nos hable lo importante que es la asequibilidad cómo herramienta de accesibilidad. Los derechos de las personas con discapacidad y su debido cumplimiento dentro de la sociedad, se manifiesta a que se debe brindar todas las condiciones para los estudios y actividades laborales de personas con discapacidad, los cuales quedan tan solo en el papel. La relevancia de este ensayo se basa en la importancia significativa de este trabajo de investigación el cual brindará un aporte sustancial y fundamental como soporte para las personas con discapacidad visual, en los ámbitos laborales, académicos y de desplazamiento burocrático administrativo y arquitectónico. Ya que, de esta manera podremos mejorar la accesibilidad en los diferentes lugares y entornos donde las personas con discapacidad visual tienen que formar parte ya sea como estudiantes, trabajadores, usuarios de algún servicio y además desplazándose por las diferentes calles y edificaciones de la ciudad, pero principalmente despertando la conciencia de los ciudadanos que tienen la misión de brindar un apoyo adecuado y muy respetuoso. No obstante, un valor agregado de cada individuo, es decir; qué nazca de la persona el querer colaborar y ayudar a las personas con discapacidad como iniciativa empática y moral, y no ser indiferente ante las limitaciones que tiene una persona con discapacidad para desenvolverse en los ya mencionados espacios. Para lograr una buena organización del ensayo he tenido que desglosar y dividir mi trabajo de investigación, lo que me ha llevado a obtener conclusiones y particularidades muy importantes sobre este tema. Una peculiaridad podría ser un tema de orden mecánico que no puede funcionar por sí solo y que por muy moderno tecnológicamente se presente una herramienta de orden humano para poder ser eficaz y, asimismo, útil para las personas con discapacidad visual. Luego en la fundamentación teórica la particularidad tiene que ver con los conceptos que no solamente tienen un orden lexicográfico, sino que también tienen un paralelo legal para poder ser bien interpretados, además una propuesta de orden experimental para que los implicados puedan desarrollarla. Y de esa manera como propuesta mejorarla para otras generaciones que también pasarían por esta etapa vivencial. En lo que respecta a la metodología he encontrado que su peculiaridad tiene que ver con un encuentro netamente virtual, ya que no se ha podido encontrar textos que profundicen en el tema, pero si he encontrado sitios virtuales en donde se analizan sus bases y muestran testimonios para un mejor desarrollo y comprensión. Prácticamente todo se encuentra desde una base de presentación legal hacia el análisis y comparación de las posibilidades diversas que nos presenta el tema. Si tuviera que armar un glosario con las dos palabras involucradas en este trabajo de investigación, desafortunadamente sería el glosario más limitado que podría existir. Por un lado, la Real Academia de la Lengua Española definiría dos palabras desde un punto de vista técnico y propio del lenguaje que usamos, al igual, las instituciones que supuestamente velan por los derechos de las personas con discapacidad. En líneas generales, se referirían desde una óptica legal y humanista basándose en derechos y obviamente respeto a las personas con algún tipo de discapacidad. Y en este caso a la que yo me estoy refiriendo que es lo visual. Las instituciones de CONADIS, UNESCO y La Convención de los derechos Humanos que velan por los derechos de las personas con discapacidad argumentan que la accesibilidad es un derecho obtenido, que sirve para que cualquier persona tenga la posibilidad de acceder sin problema alguno a cualquier tipo de actividad, ya sea académica, laboral e incluso a realizar trámites de algún tipo de servicio (como receptor o emisor). Dichas instituciones son muy claras argumentando que nadie puede discriminar a ningún ciudadano por tener algún tipo de discapacidad en practicar cualquier actividad por intermedio de la accesibilidad, para eso mencionan que la accesibilidad debería estar presente en todo lugar de orden cotidiano. Estas instituciones tienen como referencia a la palabra accesibilidad desde un orden académico que es acceder de manera eficaz, e incluso habiendo penalidades para aquellas instituciones que no brinden dicha accesibilidad a los usuarios que tienen algún tipo de discapacidad. Por ende, la palabra asequibilidad es una palabra inexistente para dichas instituciones porque consideran que el marco legal impone y reconoce a la accesibilidad. Y eso se debe a que si recurrimos a un diccionario la palabra asequibilidad tiene que ver con lo humano, esta inclinación me refiero a la empatía entre ciudadanos. Dicha empatía es propuesta por las instituciones que velan por los derechos de las personas con discapacidad como algo moral y ético. Por lo cual, lo consideran como algo que supuestamente se debería practicar entre todos los ciudadanos. Desde la posición de las personas con discapacidad, la accesibilidad en el Perú está en sus primeros pasos y por tal motivo es deficiente. Donde las instituciones educativas y laborales no brindan en grandes porcentajes accesibilidad para un buen desarrollo de las personas con discapacidad, pero la historia no queda allí, porque tampoco hablamos de una ciudad con accesibilidad arquitectónica y mucho menos tecnológica. Si eso fuera poco cuando las personas con discapacidad visual recurren a hacer un trámite o realizar algún tipo de transacción económica la accesibilidad es medianamente servicial. Aquí es donde se debería manejar el término asequibilidad, porque si la accesibilidad aún está en proceso de implementación en el Perú, los ciudadanos deberían brindar siempre un apoyo a una persona que lo requiera, ya sea en un banco, centro comercial, casa de estudios o en cualquier lugar que lo amerite. Pero a veces la indiferencia y la poca empatía es más fuerte que la solidaridad. Si bien, es cierto que hoy en día hay patrones legales que defienden a las personas con discapacidad, aceptando que también hay establecimientos que sí han facilitado o han implementado la accesibilidad, es así que debemos reconocer que todavía está en sus inicios y en un avance bastante lento, en tal sentido lo sorprendente es que se ha venido vendiendo la idea de que la accesibilidad es algo bastante costosa. Hace poco ha salido a la luz que, más es una cuestión de una gestión que de un orden económico y que las instituciones públicas no lo hacen por una burocracia impresionante. Por eso la asequibilidad es una herramienta importante para que la accesibilidad funcione, porque no deja de ser una máquina o una construcción que siempre necesitará de la asequibilidad para que cualquier persona con discapacidad de una u otra manera la pueda utilizar adecuadamente y sin tener problemas de cualquier orden. Algunas personas con discapacidad rigen que la accesibilidad podría hacer todo y resolver todos los problemas que tienen para poder tener una inclusión real, pero otros piensan que, sin asequibilidad, es decir la parte amical de la sociedad todo seguiría igual ya que la inclusión se hace entre personas por lo que las máquinas o equipos dependerían de estas siempre. Es en donde la colaboración vendrá de una persona con la asequibilidad, puesto que es una herramienta importante para la accesibilidad en el campo de la inclusión. Como matriz de instrumentos podría citar el reportaje que le hicieran al actor y director de teatro Luis Cáceres quien se refiere a que, cuando no hay accesibilidad para las personas con discapacidad visual, pero existe mucha empatía y predisposición, se pueden lograr cosas muy importantes tales como presentar una obra de teatro conformada por un elenco de personas con discapacidad visual. La vinculación existente entre este trabajo y mi persona parte definitivamente porque, cada vez que voy a un lugar, trato de encontrar la accesibilidad para poder ser lo más autónomo posible. Sin embargo, eso no es factible, ya que en nuestro país dicha accesibilidad está en proceso de implementación. Por tal motivo, lo que uno espera es la asequibilidad, que se convierte en la herramienta adecuada para mejorar la accesibilidad. Ese es el instante en el cual las personas juegan un papel importante para que las personas con discapacidad, en este caso visual, podamos acceder a cualquier servicio o beneficio en alguna entidad, ya sea pública o privada. Los hallazgos más importantes encontrados en esta investigación podrían ser: En primer lugar, algo que pude encontrar es que la accesibilidad, en lugar de fomentar la integración, puede terminar creando personas con discapacidad que se sienten solas. Aunque la tecnología u otras formas de accesibilidad permiten a estas personas participar en diferentes entornos, puede que la persona con discapacidad visual se limite a no socializar con los demás. Si bien es cierto que la accesibilidad nos proporciona autonomía e inclusión en ambientes laborales, académicos e incluso en lugares de concurrencia masiva, también puede tener la consecuencia de que las personas con discapacidad visual se encierren en un mundo muy solitario. Esto puede suceder debido a la excusa de argumentar que no necesitamos la ayuda de nadie. Por su parte, la asequibilidad nos muestra la importancia del papel que juega la sociedad de manera amical. Esto incluye desde la familia hasta cualquier otra persona en un entorno externo. Es fundamental que las personas sean empáticas y amables, es decir, que dejen de ser indiferentes con quienes tienen discapacidad visual. Algo que me ha brindado mi pregunta de investigación es reafirmar que la asequibilidad sí es una herramienta importante para la accesibilidad. Con la ayuda de las personas, podremos utilizar cualquier herramienta física que se encuentre en nuestro entorno. Además, mediante una buena explicación, podremos ser más independientes, recordando que nadie es totalmente autónomo. Así mismo, debo reconocer que las personas con discapacidad visual también jugamos un papel importante en la asequibilidad. Si no permitimos que nos ayuden, esta asequibilidad nunca será provechosa. En muchos casos, las personas no se arriesgan a ayudar a una persona con discapacidad visual por desconocimiento, por temor a causar algún tipo de daño, por temor al rechazo, o simplemente por una cuestión de indiferencia o mala educación que proviene de casa. En definitiva, mi pregunta de investigación me ha permitido reafirmar que tanto la asequibilidad como la accesibilidad van de la mano. La inclusión no solo depende de los instrumentos o adaptaciones que se hagan, sino también de las personas y su disposición para colaborar con quienes tienen discapacidad. Igualmente, la disponibilidad de las personas con discapacidad visual para recibir ayuda y entender que todo esto es un proceso de aprendizaje mutuo es fundamental. En última instancia, es tarea de todos. Sin desconocer que también existe un temor justificable por parte de las personas con discapacidad visual que podrían ser violentados por algún transeúnte con la excusa que les quieren brindar ayuda oportuna. Las perspectivas, en algunos casos, se han afianzado y en otros han cobrado matices diversos. Sin embargo, creo que hay una base bien fundamentada en todo esto, siempre y cuando tomemos en cuenta que no debemos hacernos ideas sin antes haber vivido la experiencia y haberla llevado a un campo de comprobación. He podido constatar que la accesibilidad no lo es todo para un buen desenvolvimiento de una persona con discapacidad visual. En algunos casos, el exceso de accesibilidad puede frivolizar a la persona y convertirnos en individuos antisociales y falsamente llamados autónomos o independientes. Además, no siempre la falta de asequibilidad se debe a que las personas no quieran involucrarse con personas con discapacidad. A veces, las personas con discapacidad no permiten esa involucración por diversas razones, algunas entendibles y otras erróneas. Cuando llegué a la universidad, pensé que la asequibilidad vendría principalmente de los alumnos, es decir, de mis futuros compañeros de aula. Sin embargo, para mi sorpresa, la asequibilidad ha venido mayoritariamente de los docentes y de cualquier otro personal que labora en la universidad. Esto no significa que los alumnos sean malas personas, pero definitivamente hay que trabajar en concientizarlos sobre la importancia de la inclusión. Esta experiencia significativa me ha llevado a concluir que la asequibilidad debe ir de la mano con la accesibilidad, así como la propuesta de compartir aprendizaje y enseñanza mutua entre las personas con discapacidad y las que no la tienen. De esta manera, se puede fomentar una colaboración más efectiva entre todos. Así como las personas con discapacidad esperamos comprensión de la sociedad, también debemos entender a las personas que no tienen discapacidad o que no tienen algún pariente con discapacidad, y que, por lo tanto, no saben cómo actuar ante tales circunstancias. Que a pesar de ser agnóstico he tomado como referencia a la pedagogía ignaciana y me he sentido muy identificado con los conceptos de amor y caridad, basados en la vocación que debe tener toda persona con su profesión y cualquier actividad que realiza para con los demás. Asimismo, la solidaridad que uno debe tener para colaborar y apoyar a otras personas en igual condición y sumarles nuevas oportunidades en sus vidas, ya sean personales o profesionales. Al juntar todo esto, llegamos a la conclusión de que todo es una experiencia significativa de vida.

 

Gracias a las personas que llegaron hasta aquí, agradezco además a mi estimado amigo Braulio Mogollón por compartir este impecable escrito. 

 

 

 

 

HENRY ALONSO DIAZ CHACÓN

VOZ INSTITUCIONAL, PRODUCTOR CREATIVO

INCIRADIO Y CENTRO AUDIOVISUAL

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