Resulta mejor la izquierda

Fotografía, Persona con discapacidad visual usando un computador
Numero edicion
Edición Número 125

La accesibilidad ya está más y cada vez más en todas las instancias de la vida de todos los países. Y es que el tema de lo universal, de diseño con contenidos pedagógicos para todos, materiales didácticos de uso universal, recursos digitales bien hechos y con todos los estándares, han pasado sobre lo especializado, por lo de la discapacidad y se han ubicado en el punto en el que se conoce y se sabe que lo construido de esta forma, sirve realmente para todos.

Estos conceptos son y vienen de la investigación, de la academia y de los grandes centros que comprobaron y asumieron que lo especializado desgasta a todos quienes atienden y prestan servicios de cualquier índole.

Algunos aún, afortunadamente muy pocos, comentan en las asesorías y charlas que dictamos desde INCI en accesibilidad digital, que deberían existir páginas web especiales para “esas personas”, de modo que se puedan desempeñar bien con sus propios contenidos.

El reconocimiento a que todos estamos en el mismo mundo y que la situación no da para que construyamos edificaciones escolares, universidades, sitios web y clases para unos y para otros, pasó ya hace más de treinta años por algunos países, lo que hoy hasta ahora algunos están comenzando a asumir.

Podría ser menos complicado de lo que algunos piensan, pero es que cambiar la forma de pensar y actuar para que lo digital, lo pedagógico, las construcciones y los servicios que se implementan, no se sigan haciendo como desde hace ya mucho tiempo, genera esa resistencia que no deja que el tema se convierta definitivamente en parte de todo.

Las cosas serían tal vez más fáciles, incluso para aquellos que se oponen más férreamente.  Un poco más de espacio entre las líneas, fuentes más visibles y claras, serían incluso objeto de menos stress y congestión en el trabajo y el estudio, lo que muchas veces ni siquiera se piensa, solo se sufre. Y ello solo por hablar de uno de los tópicos de la accesibilidad: los documentos digitales que leemos y creamos cotidianamente.

Algo muy simple ejemplo de esta resistencia, aunque muy discutido y polemizado en todo el mundo, han sido los párrafos alineados a la izquierda, los cuales son altamente recomendados por accesibilidad. Cuando los textos se les indica como alineación justificada, las palabras se separan de forma forzada para que la última letra de la palabra del extremo derecho quede totalmente alineada con todas las del párrafo actual y todos los anteriores. Ello implica que la distancia entre algunas de las palabras sea ampliada para lograr que la última letra alcance la posición de todas las letras finales de las líneas de los párrafos del documento.
Este efecto genera unos espacios al centro de los párrafos denominados “lagunas”, que desconcentra a muchos lectores y les deja sin el logro del objetivo de la lectura, sin siquiera entender que es lo que sucede. Pues bien, esto se resuelve simplemente haciendo alineación a la izquierda.

Una evidencia del triunfo para la accesibilidad en esta discusión, que a propósito además significa más comodidad y mayor eficiencia en el trabajo y el estudio, lo da las famosas normas APA, que ya en su versión del 1 de octubre de 2019 (la última versión conocida como 7), indica que los textos deben ser alineados a la izquierda, lo que se ha asumido por esta famosa norma, junto con otros criterios de la accesibilidad digital. ¡Al parecer, el mundo ya está avanzando!

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Descripción

Fotografía, Santiago Rodríguez

Por: Santiago Rodríguez
Grupo de Accesibilidad del INCI