Miradas distintas

“La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma”.
Existen situaciones congénitas o adquiridas que pueden llevar a la pérdida o malformación del globo ocular como un traumatismo o una enfermedad. La pérdida del globo ocular supone importantes consecuencias sociales, emocionales y estéticas para quien lo experimenta generando dificultades para la inclusión social.
En la actualidad estas personas pueden optar por utilizar un parche ocular, o una prótesis; sin embargo, estéticamente la primera no es la mejor opción.
¿Pero qué son las prótesis oculares? Son dispositivos artificiales que tienen el propósito de la reconstrucción estética y anatómica en personas que presentan pérdida o malformación del globo ocular.
A través de los tiempos, las prótesis han recibido varios nombres; como ojos artificiales u ojos de cristal; el material para su fabricación también ha evolucionado siendo elaboradas con madera y oro con fines artísticos, también se utilizó el vidrio y el acrílico; en la actualidad el material más utilizado es un plástico transparente conocido como PMMA que se emplea en ingeniería y en la elaboración de otros tipos de dispositivos como las prótesis óseas y dentales.
La ley 372 de 1997 por la cual se reglamenta la profesión de optometría en Colombia y se dictan otras disposiciones, en su artículo 4, introduce como competencia del optómetra y del oftalmólogo la fabricación, adaptación y control de las prótesis oculares, así mismo el decreto 1030 de 2006, determina que la prótesis ocular es un dispositivo médico para la salud visual y ocular, y reglamenta los laboratorios para su fabricación.
Y es que fabricar una prótesis ocular involucra varios procesos: tomar una impresión de la cavidad, contar con un modelo de trabajo, obtener una copia en acrílico, dar los detalles del iris y vasos sanguíneos con pinturas, pulir y dar acabado a la prótesis para obtener la apariencia brillante que parezca un ojo real.
El procedimiento anteriormente mencionado “está orientado a recuperar la estética del paciente y a través de ella obtener una inserción social en todos los estamentos, manejando conjuntamente la parte emocional del paciente que ha perdido el ojo como consecuencia de la enucleación o evisceración ocasionada por trauma o lesiones”, en la actualidad está cubierto por el Plan de beneficios del Sistema de Seguridad Social en Salud.
Conseguir un reemplazo estético de uno o ambos ojos a través de las prótesis oculares contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas.