La importancia de la comunicación incluyente

Recientemente recibí un mensaje en redes sociales sobre un hombre que entra a un restaurante y la mesera le asegura que son un establecimiento incluyente, haciendo referencia al uso del lenguaje, por lo que el señor le responde que para que realmente lo fueran deberían contar con un menú en braille y cada mesero saber lengua de señas. El mensaje final del texto hacía referencia a resaltar lo importante de la inclusión a demás de los términos usados.
Como ejemplo para significar la inclusión está muy bien el texto y el impacto en redes que lo viralizan, pero lo que debemos aprender a diferenciar es por un lado el lenguaje inclusivo y por otro la comunicación incluyente.
Actualmente se ha vuelto muy popular el término “lenguaje inclusivo” incluso siendo un tema de debate, lo que pocos reconocen es la importancia de otro aspecto además del lenguaje y es que los canales y formatos de comunicación también sean incluyentes, esto va desde la accesibilidad, la narrativa, hasta la participación de la población con discapacidad en el mismo discurso.
Partamos por diferenciar el lenguaje inclusivo de la comunicación incluyente, a partir del lenguaje yo genero un mensaje o discurso que puede ser empático o discriminatorio, por otro lado, los canales, contenidos y formas de comunicación también son un punto clave en la discriminación o en especial en la falta de garantía del acceso a la información de todas las personas.
La comunicación incluyente esta dividida en varios elementos que voy a simplificar y unir en tres categorías: Accesibilidad, Narrativa y Participación.
Iniciemos por describir la accesibilidad y es que se refiere a los formatos usados que permitan que todos puedan obtener la información transmitida, por ejemplo, al hablar de las personas ciegas se hace referencia al sistema de lectoescritura braille, el alto relieve, al macrotipo, las ayudas sonoras, contenidos digitales accesibles para ser leídos por lectores de pantalla y demás ajustes que permiten que las personas ciegas y con baja visión reciban todos los contenidos en el mensaje.
La segunda es la Narrativa y es que, al adecuar mi discurso y contenidos con un lenguaje claro y descriptivo, logro que más personas comprendan e interioricen la información, recordemos que no sólo es contar con formatos accesibles, es tener un contenido entendible para todos, con una mejor descripción, sin elementos distractores y con un lenguaje claro e inclusivo, mejoro el entendimiento de las personas con discapacidad visual, además de personas con otros tipos de discapacidad.
Qué hace una buena narrativa, pueden ser diferentes factores, evitar términos o mensajes que hagan alusión exclusivamente al sentido de la vista es una gran parte, “escriban al correo en pantalla”, “como pueden ver en la gráfica”, también el uso de un lenguaje claro refiriéndose a que pueda ser entendido por todos los que se está interactuando, sin importar su escolaridad, o capacidad cognitiva y además del lenguaje claro, el mensaje descrito y se debe integrar con un lenguaje que inclúyala población con discapacidad.
Por último, pero no menos importante, es el punto de la participación y es que desde aquí debo ser consciente que la discapacidad es una realidad que viven millones de personas y que se les debe dar su reconocimiento y a su vez un espacio activo en los procesos de comunicación, incluir personas ciegas o con discapacidad en cualquier contenido no debería ser entendido desde la victimización o una obligación de inclusión, se puede hacer desde la naturalidad y normalidad con la que en la vida cotidiana nos podemos encontrar con los casi dos millones de personas con discapacidad visual del país.