Inclusión laboral, un reto que hay que seguir

Persona con discapacidad visual en la cabina de INCI radio
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Edición Número 100

Algunas empresas han entendido gradualmente que la inclusión laboral es sinónimo de oportunidad tanto para aquellas personas que son empleadas, como para las mismas compañías, ya que las primeras pueden demostrar que su condición de discapacidad no es una barrera para competir con quienes no la padecen, sino también, para las mismas empresas que con esto reciben beneficios del Estado tales como el de pagar menos impuestos. De igual manera dentro de los beneficios está que las empresas contratantes de personas con discapacidad mejoran su imagen, favoreciendo así a las familias en las que alguno de sus miembros presenta tal condición, resaltando el gran valor laboral que tienen estas personas; es allí cuando decimos que la discapacidad visual cada vez va tomando más relevancia en nuestro país.

De acuerdo con PageGroup, firma especializada en el reclutamiento en todo el mundo, la inclusión laboral es la contratación de personas que forman parte de una minoría o que no tiene las mismas facilidades de ser contratadas en los procesos de selección, ya sea porque sufren casos de discriminación laboral o porque se cree que las empresas no ven en ellos una ventaja significativa.

Un ejemplo muy claro de la no inclusión se refleja en las personas con discapacidad, pues todavía muchas empresas tienen miedo de afrontar este reto, a pesar de que los beneficios que se les otorgan son muy buenos, ya que para estas, las personas con discapacidad no rinden al mismo nivel que las que no la tienen y los empresarios dicen que el sitio de trabajo no está adaptado ni cuenta con los ajustes razonables para dichos individuos.

Querer es poder, y más aún cuando existen formas de accesibilizar los puestos de trabajo, tal es el caso de las personas con discapacidad visual pues actualmente, en los computadores se pueden instalar las herramientas accesibles como el lector de pantallas jaws para Windows, con el que las personas con discapacidad visual pueden utilizar su computador, sobre todo, en el ámbito laboral.
Cuando estuve haciendo mi práctica en un call center y luego pude vincularme a la empresa de Teleperformance, me sentí satisfecho de haberme empleado como asesor, ya que me dieron la oportunidad de contar con un empleo y sentirme productivo.

Experimenté también, que los aplicativos eran muy accesibles para las personas con discapacidad visual, por lo que invito a las empresas colombianas a asumir este gran reto de aceptar en su planta a las personas con discapacidad y les tiendan la mano, brindándoles la oportunidad de demostrar de qué están hechos y de que sí se puede formar un buen equipo con dicho grupo poblacional.
Es hora de que los empresarios y organizaciones no nos vean con lástima y que no nos traten de pobrecitos, pues las personas con discapacidad tenemos otros potenciales y habilidades que por ese temor, ellos desconocen.

Un gran ejemplo es el que demostró el locutor Libardo González Escobar, conocido también como el ciego de oro, cuando se presentó en la primera emisora de Bogotá a trabajar y uno de sus compañeros le dijo al gerente que los ciegos solo servían para vender la lotería o para pedir limosna, más el gerente le dio la oportunidad y don Libardo demostró que sí se puede trabajar, por lo que es necesario también que a nosotros no nos den el pescado, sino las herramientas para poderlo conseguir.

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Fotografía, Sergio Alejandro Gonzalez

Sergio Alejandro González
Editor braille de la Imprenta Nacional para Ciegos del INCI.
Instituto Nacional para Ciegos
 

 

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