El Bastón Blanco como símbolo de autonomía, independencia y pilar en procesos de orientación y movilidad

Personas con discapacidad usando su bastón blanco
Numero edicion
Edición Número 186

El Día Internacional del Bastón Blanco es conmemorado cada 15 de octubre, es una fecha que trasciende en la mera celebración para darse a conocer como un momento de profunda reflexión sobre los procesos de autonomía, independencia, seguridad y la plena inclusión de las personas con discapacidad visual, tanto con ceguera, como con baja visión, dependiendo de sus necesidades y posibilidades. Este emblema universal no es solo una ayuda técnica, sino el principal instrumento para la independencia en el desplazamiento de la población.  

Por tanto, resulta indispensable para cualquier profesional de la educación la comprensión de su significado, así como la rigurosa formación que debe preceder a su correcta utilización. Es así, que el bastón blanco es, en esencia, un dispositivo de identificación y protección que permite al usuario explorar su entorno, identificar obstáculos, referencias, y desplazarse con seguridad y confianza en los escenarios donde se moviliza.  

En cuanto al color que caracteriza al bastón blanco, fue propuesto por el inglés James Biggs en 1921, tras la Primera Guerra Mundial (contexto marcado por militares con discapacidades causadas por el conflicto). Su adopción respondió a la necesidad de identificar a las personas con alguna discapacidad visual, y así obtener prioridad en los ámbitos sociales, culturales, políticos y de salud. Este factor elevó al bastón a la categoría de código universal de identidad, respeto en la vía pública y escenarios cotidianos. 

Ahora bien, en cuanto a su uso eficaz, se da mediante el resultado de un proceso metódico de enseñanza en el área de Orientación y Movilidad desde un proceso de rehabilitación, trayendo consigo un conjunto de habilidades esenciales que permiten a la persona ciega o con baja visión (dependiendo de sus necesidades o potencialidades) saber dónde está, a dónde va y cómo podrá llegar allí de manera segura y óptima. 

Es crucial comprender que el manejo del bastón es la etapa cumbre de una formación que se construye sobre cimientos cognitivos y motores sólidos. Antes de introducir la herramienta, la persona debe dominar un conjunto de habilidades previas. Estas incluyen el desarrollo de su ubicación espacio temporal permitiendo al individuo situarse y organizar su experiencia en el tiempo y el espacio; la interiorización de la lateralidad; el uso de puntos cardinales para establecer una referencia estable; y el aprovechamiento y la interpretación de claves ambientales (sonoras, olfativas, táctiles) para construir un mapa mental del entorno. El desarrollo de estas estrategias tempranas, son la base sobre la que se articula toda la movilidad independiente. 

Una vez afianzadas las bases perceptivas, se introducen las técnicas denominadas   pre-bastón, que son estrategias de desplazamiento utilizado para garantizar la seguridad inmediata del individuo, especialmente en entornos conocidos o en espacios cerrados. Entre ellas se destacan la técnica de protección (alta, media, baja, mixta o combinada), que se utiliza para proteger el rostro, el torso y la parte inferior del cuerpo de obstáculos; la técnica de rastreo, que consiste en deslizar la mano en un ángulo de 45° a lo largo de una superficie vertical (como una pared) para mantener una dirección constante; y la técnica de encuadre, que permite alinear el cuerpo con precisión ante una puerta o un punto de referencia para iniciar o continuar un recorrido, así existen más técnicas de pre bastón para el uso en escenarios cerrados. Ahora bien, estas técnicas no solo previenen accidentes, sino que permiten generar confianza en la persona con discapacidad visual que se encuentra explorando o movilizándose de forma autónoma. 

Finalmente, el área de orientación y movilidad culmina con la enseñanza de las técnicas del bastón; cada una adaptada a un tipo de terreno y ambiente específico. Por ejemplo, la técnica de Hoover es ideal para superficies firmes y regulares, implicando un movimiento de arco bajo que se sincroniza con la marcha, yendo de hombro a hombro el ángulo que se genera con el bastón. Ahora, para terrenos más irregulares, con baches o cambios de nivel, se emplea la técnica de tocar y deslizar, que permite al bastón mantener contacto constante con el suelo para una mayor información táctil, pero generando una elevación del bastón para que este no quede atrapado en los elementos que se encuentran en el suelo. Otra de las técnicas que se encuentran, para el contexto de desplazamiento en entornos rurales o con muchos obstáculos, es la técnica de toque, la cual utiliza un golpe seco y vertical para testar el terreno punto a punto, uno a la derecha y otro a la izquierda, de hombro a hombro. Finalmente, otra de las variadas técnicas que encontramos, es la técnica diagonal, que se usa comúnmente en interiores (oficinas, centros comerciales), sosteniendo el bastón en posición diagonal a lo largo del cuerpo para detectar escalones o muebles bajos, y así poderse desplazar en estos espacios de forma autónoma. Es así, que el uso correcto de cada técnica implica precisión en el agarre, la amplitud del arco y, fundamentalmente, la sincronización entre el movimiento del bastón y los pasos. 

Para los docentes y profesionales interesados en profundizar en el conocimiento de este proceso y convertirse en agentes multiplicadores de la autonomía, el Instituto Nacional para Ciegos (INCI) ofrece recursos especializados. Si desea saber más sobre cómo integrar y potenciar estas habilidades en el contexto educativo, lo invitamos a inscribirse a  través de la plataforma: https://elearning.inci.gov.co/. Allí encontrará el curso "Orientación y Movilidad en la Escuela", dirigido a profesionales como docentes de educación física, deporte, licenciados en escénicas, orientadores escolares, y cualquier otro educador comprometido con la independencia de sus estudiantes. 

Es así, que en este Día del Bastón Blanco, la reflexión se convierte en compromiso: donde es nuestra responsabilidad como educadores y profesionales, el garantizar que los procesos de Orientación y Movilidad sean un pilar fundamental, transformando el bastón guía que es un objeto de ayuda, a que se convierta en un verdadero símbolo de independencia y empoderamiento de la población con discapacidad visual. 
 

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Bastón blanco
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Descripción

Érika Vanessa Pineda Quitián, Subdirección técnica – Educación