El acceso a la información para los niños y jóvenes con discapacidad visual en el ámbito educativo

Con ocasión de la conmemoración de los cuatro años en que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura -Unesco y posteriormente, la Asamblea General de la ONU, declararon el día 28 de septiembre como el Día Internacional del Derecho al Acceso Universal a la Información, veremos la importancia que tiene para los estudiantes con discapacidad visual el hecho de acceder a la información en las distintas áreas del conocimiento para lograr un mejor desempeño académico en todos los niveles de la educación.
Empecemos por recordar que la educación es un derecho, más que un servicio, al que todos, sin distinción alguna, podemos acceder.
Pero de nada serviría poder ejercer con efectividad este derecho, como lo promulga el artículo 11 de la ley 1618 de 2013 para las personas con discapacidad, reglamentado por el decreto 1421 de 2017, dentro de un marco de educación inclusiva, si no se tiene acceso a la búsqueda, recepción y difusión de información.
Ahora bien, se requiere que los contenidos estén disponibles en distintos formatos para que la población discapacidad visual, según sus necesidades y requerimientos, realmente puedan gestionar y consultar todos los datos con autonomía e independencia.
Esto significa que no es suficiente tener el derecho a acceder a la información, sino que es necesario que esté disponible en varios formatos que permitan la accesibilidad de la misma.
Para los colombianos con discapacidad visual se requiere contar con el mismo material en formatos como el sistema braille, el macrotipo que es el texto convencional impreso en caracteres ampliados para las personas con baja visión, el formato audiolibro, y para los documentales y películas la audiodescripción, que narra detalles sobre personajes, escenarios, gestos y demás mensajes visuales que se muestran en una producción audiovisual.
En el ámbito educativo, dichos sistemas cobran mayor relevancia para los estudiantes ciegos y con baja visión al interior de las instituciones educativas, ya que en todas las áreas del conocimiento se requiere el acceso a la información que proporcionan los docentes o que ellos mismos recomiendan como investigación para enriquecer los aprendizajes.
Por ello, el Instituto Nacional Para Ciegos –INCI se ha preocupado siempre por distribuir a lo largo de todo el territorio nacional, información educativa en braille, tinta macrotipo, relieve y ahora en formato de video con audiodescripción.
Vale decir que gran parte de estos datos educativos también va dirigida a los docentes que cuentan en sus clases con niños y jóvenes con discapacidad visual, de manera que la información educativa que entrega el INCI va en dos direcciones: el material con formatos accesibles para los estudiantes y los contenidos convencionales para los docentes.
Además, el INCI ha venido incursionando en la elaboración y difusión de documentos en formato digital accesible, para dar respuesta a las necesidades educativas de los niños y jóvenes con discapacidad visual que estudian desde sus casas debido a la situación coyuntural que se vive hoy en todo el mundo.
En conclusión, el acceso universal a la información es un derecho que todos los ciudadanos, sin distingo de condiciones particulares, nivel educativo, económico o social podemos ejercer y con el cual se ratifica también el ejercicio de libertad de expresión, tal como lo manifiesta la ONU:
“La información es poder. Por tanto, el acceso universal a la misma es una piedra angular de sociedades del conocimiento saludables e inclusivas”.