Desde el aire también hay una ruta para enfrentar el COVID-19

Fotografía, Avión Volando
Edición Número 277

Tiene alas, no salen de su cuerpo, pero sabe dominar las de acero. Surca los cielos colombianos llevando más que la pasión por la que empezó este trabajo. Durante la emergencia sanitaria por COVID-19 su misión ha sido diferente, una lucha contra un virus desde el aire y llevando a los rincones del país elementos necesarios para salvar vidas en tierra.

Wilson Orlando Otálora Cetina tiene 34 años de edad, de los cuales lleva nueve como piloto de la institución. Casado con una odontóloga, con quien tiene una hija de tres años, es actualmente piloto instructor del DC3.

La pandemia ha llevado a Wilson y sus compañeros a extremar medidas de prevención ante el riesgo de contagio al que se exponen para ser parte de la cadena de personas que salvan las vidas de miles de colombianos. Esto sin importar lo apartado o de difícil acceso que sea el lugar, como Taraira, un municipio al sur del departamento del Vaupés.

El mayor Otálora llevó 30 ventiladores a Barranquilla cuando esta ciudad atravesaba su momento más crítico. "Hubo que organizarlos de manera milimétrica, no es una carga cualquiera. Son elementos delicados que debían ir de la manera más segura. Afortunadamente alcanzó el espacio para las personas que iban a instalar y las máquinas", dijo.

Agregó que lo tiene como anécdota "porque el servicio era muy urgente y nos tocó operar de manera nocturna. De hecho, se hicieron varios viajes para transportar suficientes ventiladores".
Ventiladores, camillas, tapabocas, alcohol, guantes, medicamentos, insumos médicos, elementos de protección, personal médico y alimentos se convirtieron en las cargas constantes que valientes como Wilson transportaban con sumo cuidado y entrega en un "pájaro de hierro" de 17.727 libras de peso, con capacidad para cuatro tripulantes y 35 pasajeros.

“Con el conocimiento que tenemos de operar una aeronave podemos llegar a prestar una ayuda a una persona, esto además nos deja una enseñanza muy grande para nuestra vida tanto personal como profesional", entregó como reflexión final el mayor Wilson Otálora.

No olvide las precauciones en casa 

El Instituto Nacional Para Ciegos –INCI se suma a llamados como el del viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis Alexander Moscoso Osorio, quien insistió en las recomendaciones de la prevención y cuidado ahora que las familias colombianas se están reencontrando dadas las aperturas.

El viceministro recordó a la ciudadanía que el virus sigue presente "pero ya hemos aprendido a minimizar ese contagio.  Con las medidas de protección podemos disminuir las posibilidades, pero si las cesamos o no las hacemos, va a ser muy difícil conservar sa línea de tendencia de descenso de casos que hemos visto en los últimos días".
Frente a los encuentros en hogares, Moscoso indicó que en toda aglomeración la posibilidad de contagio es mayor. "Por eso, si vamos a tener invitados en nuestra casa tenemos que garantizar que todos estemos uno de otro a más de dos metros de distancia, además que todos permanezcan con el tapabocas puesto y que cumplan todas las medidas de bioseguridad".

Estas recomendaciones son de suma importancia, ya que de no cumplirlas se está poniendo en riesgo tanto a las personas que nos visitan, como también a nuestra familia. Frente a esto, el viceministro añadió que en el futuro habrá mejores posibilidades para hacer reuniones, "sin embargo, si las hacemos ahora, hagámosla con toda la responsabilidad y cuidado, garantizando por lo menos 4 mt2 por persona".