Decreto 2011 de 2017, ¿beneficio o perjuicio para las personas con discapacidad visual?

Todos sabemos que uno de los decretos reglamentarios de la Ley Estatutaria 1618 más ventajosos y potentes para las personas con discapacidad es el 2011 de 2017, pero ¿será que las personas con discapacidad visual, posibles beneficiarias de la gran ventaja de contar con el derecho de acceder a la planta de personal de las entidades del Estado, son conscientes de lo que ello implica?
Es conocido para algunos que esta sección de la publicación INCIDigital versa sobre las tecnologías y, por supuesto, hablaré desde esta arista del tema, comenzando por resaltar las inmensas bondades de manejar hoy versátilmente las herramientas tecnológicas que solventa para las personas ciegas y con baja visión la aparente imposibilidad de acceder a la información.
Cada vez más las personas con discapacidad visual están accediendo a la educación superior en distintas áreas y saberes, pero ¿ello les está dando las capacidades y competencias para desempeñarse en el campo tecnológico?
Mediante algunas gestiones para enlazar a personas ciegas con entidades del Estado y aspirar a cargos en los que se requiere el manejo de la informática para un buen desempeño, hemos podido constatar que, por el hecho de haber cursado una carrera profesional, no necesariamente se adquieren las competencias informáticas para desempeñarse en un cargo de oficina.
No es indispensable para el desempeño en algunas carreras la óptima y exigente destreza en el uso y manejo de las tecnologías y tal vez por ello algunos simplemente no alcanzan esta competencia, pero posiblemente eso los está dejando por fuera de muchas posibilidades en el campo laboral.
“Indíqueme, por favor, cuántas de las personas de esta hoja de cálculo que contiene 8.220 registros son originarias de los distintos departamentos del país”. Es una de las preguntas que los empleadores hacen a los aspirantes para poder determinar si existe la idoneidad para llenar una vacante.
Tal vez, para algunos, la primera y mejor alternativa es contar cada una de las personas de un departamento y obtener el total, para luego seguir con otro y de esta manera poder evacuar toda la base de datos; pero de esta manera el trabajo es casi que eterno. El asunto es que estos programas permiten hacer operaciones en tan solo unos pocos minutos.
Son muchos quienes se han ‘reventado’ con esta pregunta, pero ella no tiene que ver con sistemas, experticia en computadores o labor de ingeniería. El asunto es que operaciones y trabajos con situaciones de este tipo son bastante frecuentes y en cualquier especialidad o profesión, dado que tabular y manejar información es hoy tarea cotidiana en todo.
Hemos podido determinar que necesidades como estas, más algunas otras de similar envergadura, requieren ser manejadas por cualquier persona para acceder a un trabajo de oficina y en cualquier tipo de trabajo, empleo o profesión que se vaya a ejercer.
Requerimos de voluntad de los aspirantes a empleos para dejar de argumentar con frases como “es que a mí la hoja de cálculo nunca me ha gustado” o “Yo soy muy bueno en mi profesión, pero es que eso del computador… como que no va conmigo”, etc.
Eso sería lo inicial, eliminar esas frases que no ayudan, pero ¿qué falta? Requerimos que quienes dan la iniciación al manejo del computador a personas ciegas y con baja visión dejen una muy buena capacidad en cada una de las personas que pasan por estos cursos. Requerimos de cursos básicos permanentes y de calidad en todas las regionales del SENA, en todas las aulas de aprendizaje de las cajas de compensación familiar y en todo centro de acceso a la información o biblioteca que pretenda dar cursos en informática básicos para personas ciegas y con baja visión. Requerimos que los docentes de informática de los colegios públicos y privados entiendan que estas personas deben y requieren manejar el mismo computador con los mismos programas que los demás y que ello es ya perfectamente posible.
No se requieren cursos avanzados de Excel para ciegos ni tampoco cursos de Power Point especiales, ni mucho menos cursos de programación de computadores para ciegos. Se requiere de bases sólidas en conocimientos del lector de pantalla, del magnificador y del sistema operativo para que con ello se pueda hacer parte de los cursos regulares de cada tema, en nivel inicial y en avanzado, para contar con la garantía de inclusión plena en la educación, en el trabajo y en poder aprovechar las inmensas bondades que comenzará a brindar el Decreto 2011.
Pero necesitamos preparación, necesitamos voluntad de cada aspirante y buena infraestructura de enseñanza en temas técnicos y tecnológicos como los que brinda el SENA a todos los colombianos. Infortunadamente en ello no hemos podido avanzar tanto como quisiéramos para lograr que salgamos de cursos simples y con el mínimo nivel de manejo de teclado para brindar a nuestros colombianos con discapacidad visual las mejores oportunidades de acceder a unos conocimientos sólidos en tecnología, para permitir dar respuesta a todo lo bondadoso de la normatividad que se está viniendo, pero que tal vez no estamos previendo.
Requerimos que las entidades, empresas y todos publiquen información con características plenas y formales de accesibilidad para permitir que quienes nos desempeñamos con la información de manera distinta lo podamos hacer de forma óptima.
Desde el INCI apoyamos esto, pero nos damos cuenta de que las asesorías a unas entidades y a algunas empresas no son suficientes. Requerimos apoyo político y de muy alto nivel para que se exijan cursos de calidad para la población con discapacidad visual en los temas tecnológicos y necesitamos accesibilidad plena y confiable en las páginas web de todas las entidades y empresas. Necesitamos aprovechar y sacarle jugo a las herramientas tecnológicas que ya tenemos y necesitamos que todos nos articulemos en un único objetivo: lograr calidad en el manejo de lo básico en acceso a la información para las personas con discapacidad visual, ya que sin ello, decretos como el 2011 serán para otras discapacidades y no para nosotros.
La pregunta que encabeza este artículo no tiene razón de ser. En ningún momento estos avances normativos son perjuicio, pero se plantea de esta manera dada la importante necesidad de que entendamos lo que debemos asumir a la hora de aprovechar estas inmensas ventajas que nos llegan.
Articulémonos como entidades en todos los ámbitos y aprovechemos y exijamos como ciudadanos calidad y mejora para nuestras condiciones, en los mejores términos y de la mejor manera, para lograr un acuerdo común y avanzar hacia lo mismo: calidad de vida para todas y cada una de las personas con discapacidad visual en Colombia.
Autor:
Santiago Rodríguez
Profesional Especializado
Instituto Nacional para Ciegos - INCI