¿Cuántos somos y cómo somos?

Son incontables las oportunidades en las que desde el Estado nos vemos enfrentados al requerimiento de cifras sobre las personas con discapacidad visual y preocupa altamente cuando ello tiene que ver con algunos aspectos puntuales, tales como el uso y manejo de las tecnologías.
No existen cifras precisas que orienten sobre el uso que las personas ciegas y con baja visión hacen del Internet, de los móviles, de las redes sociales y tantos datos que permitirían generar más y mejores oportunidades para ellos a través de proyectos e iniciativas que estimulen el acceso a la información y, por ende, a la educación, el trabajo y otras oportunidades.
El censo de 2018 es una gran oportunidad para saber aspectos básicos de la discapacidad y de la cifra que existe en Colombia de personas ciegas y con baja visión, pero más detalle y efectividad de la información se comenzará a tener a partir de la implementación de la Resolución 583 de 2018 de certificación y localización de las personas con discapacidad, que seguramente mejorará la generación y desarrollo de proyectos respecto a estas personas.
Cuando a partir de estas cifras podamos conocer más comportamientos respecto a la información, las tecnologías y otras tantas áreas que favorezcan para que quienes estamos en este tema, podremos tomar las mejores decisiones respecto a la forma de llegar a estos grupos, apuntando específicamente a necesidades ciertas y reales a partir de su conocimiento y manejo de las TIC.
No obstante, se siguen diseñando y generando proyectos que en la mayoría de los casos apuntan de forma genérica a que se utilicen las tecnologías con gran destreza y fluidez, permitiendo más y mejores oportunidades para asegurar una calidad de vida.
Claro, la focalización precisa a grupos de personas que tienen las más grandes falencias y necesidades en materia de tecnología podría estarse evidenciando mediante registros oficiales, llegándose de manera precisa a estas, reforzando lo puntual en distintas personas y generando el beneficio a áreas y temas en particular que sean requeridos.
Pero no podemos por ahora contar con un instrumento que permita, en términos de uso, manejo y apropiación de las tecnologías, llegar a conocer aspectos precisos de comportamiento y conocimientos para mejorar puntualmente temáticas y reconocer además las competencias y cualidades de algunos, en beneficio de su mejor ubicación y aprovechamiento.
Por ahora, el censo y la implementación de la Resolución 583 nos darán la base para llegar a estas cifras, que son definitivamente paso obligado, ya que no podemos conocer datos específicos en TIC’s cuando no contamos con los datos más básicos y necesarios.
Bienvenida la implementación de toda esta reglamentación que permitirá mejorar cada vez más la calidad de vida de las personas objeto de nuestro quehacer.
Autor:
Santiago Rodríguez
Profesional Especializado
Instituto Nacional para Ciegos - INCI