Yo no olvido el año viejo

“Yo no olvido el año viejo”. Así comienza la canción de Crescencio Salcedo que cada año escuchamos, especialmente la última semana del año y particularmente el 31 de cada diciembre cuando se acercan las 12 de la noche.
Como lo escribió este memorable compositor colombiano, en este momento en el que el 2019 lentamente se nos va yendo, podemos afirmar, que el INCI “nos ha dejado cosas muy buenas”, que nos harán recordarlo como un año de grandes cambios y realizaciones que permanecerán por largo tiempo.
Quienes hemos conocido el INCI por décadas, podemos notar como se ha transformado para responder cada día mejor a su propósito de garantizar los derechos de los colombianos ciegos y con baja visión en términos de inclusión social, educativa, económica, política y cultural.
Iniciaremos el 2020 con todos los servicios repotencializados, un INCIRadio que durante el 2019 emitió más de mil programas en vivo y que se ha posicionado como el mejor ejemplo de la radio incluyente; una tienda de productos especializados que en el año que termina tuvo un record de ventas y mejores estrategias de servicio al cliente; un renovado Centro Audiovisual con más de 60 productos audiodescritos de excelente calidad.
El 2019 nos deja un Grupo de Asistencia Técnica reorganizado para abarcar de manera más eficiente los temas de educación, accesibilidad y gestión interinstitucional; la Imprenta Nacional para Ciegos con equipos renovados y más de 180.000 unidades impresas y un Centro Cultural que inició acciones generando más de 50 actividades que brindaron información, conocimiento y cultura a más de 150 personas ciegas y con baja visión en Bogotá, Bucaramanga, Medellín, Barranquilla, Cali, Ipiales y Popayán. Apoyados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual - OMPI, estrenamos la producción en formatos EPUB3 para las publicaciones de la Biblioteca Virtual, y aun sin haber ratificado como país el tratado de Marrakech, el INCI ha sido autorizado por el Consorcio de Libros Accesibles (ABC) para iniciar el intercambio transfronterizo de publicaciones digitales con otras organizaciones.
Ha sido un año de grandes retos y realizaciones que nos ha dejado más que una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra. Y para los que no lo sabían, Crescencio Salcedo, de ancestros indígenas, agricultor que no sabía leer ni
escribir, con sus ojos desviados desde su nacimiento, nos ha dado el marco para decir con orgullo para el INCI, yo no olvido el año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas.