Un nuevo curso de aprendizaje para nuestras vidas

Cuando escuché en enero la noticia del nuevo coronavirus, me sentí al comienzo un poco alarmado, pero pensé que al tratarse de un brote que se estaba presentando en la China, este no llegaría a estas latitudes del mundo, ya que para febrero de 2003, hubo una epidemia del SARS (Síndrome respiratorio agudo grave) que se propagó en más de veinticuatro países, más solo se enfermaron 8.098 personas y murieron 774 por causa de este virus, antes de que se expandiera a nivel global.
Pero cuando comenzó el mes de febrero de este año, ya este nuevo patógeno había superado la cantidad de muertos y enfermos del SARS, y en marzo, esta epidemia fue declarada como pandemia por la OMS, ya que el nivel de expansión fue mucho más rápido y actualmente hay 216 países en el mundo contagiados con el Covid-19, que es el nombre de este nuevo coronavirus.
Yo nunca me imaginé que viviría una situación de cuarentena, pero esta circunstancia me ha hecho pensar más en mi familia, me ha enseñado como trabajar en casa y por consiguiente, he aprendido a ser más recursivo al realizar el teletrabajo, pues cuando empecé a ejercer el cargo de corrector de braille en la imprenta, creí que todo sería trabajo manual, pues aparte de la corrección de braille, estaba prestando apoyo con el proceso de acabados, es decir, ayudaba a armar los libros.
Sin embargo, debido a esta contingencia todo cambió y nos hemos visto en la necesidad de adaptarnos a una nueva situación, que aunque pueda resultar muchas veces incómoda por no poder hacer el trabajo puntualmente como quisiéramos, debemos reconocer que esta es una gran oportunidad para demostrar lo que somos capaces de realizar con nuestro trabajo en casa.
También he podido cumplir con los programas de la emisora, pues a pesar de no conocer nada de edición, he logrado tener creatividad para poderlos presentar.
En mis tiempos de ocio, me dedico a leer, escribir, escuchar música y sobre todo, a estar más tiempo con los míos.
Esta crisis de pandemia, va a enseñarnos a ser mejores personas, a cambiar muchos hábitos tales como el aseo personal, a tener mucho más sentido de la responsabilidad y sobre todo, seremos una generación que pasará a la historia, pues somos los que el día de mañana vamos a contarle a los niños que se están formando, todo lo que sucedió en esta época y lo importante que va a ser el aprender a valorar todo lo que tenemos y a quienes nos rodean, pues esta nueva enfermedad, es tan contagiosa, que se trasmite de humano a humano por medio de un abrazo, un beso, un apretón de manos, y por medio de micro saliva cuando hablamos con los demás, o cuando hay mucha aglomeración de público, por lo que ya no podemos tener esos gestos de afecto con la gente y los eventos masivos como conciertos, discotecas y todo tipo de reuniones donde haya mucho público, han sido cancelados y tenemos que usar el tapabocas como otra prenda más de vestir.
Por eso los invito a que no veamos esta crisis como una situación donde ya no queda ninguna esperanza, por el contrario, tomemos este momento como una cátedra más para nuestras vidas y mucho ánimo, porque juntos saldremos adelante.