Seguridad vial para las personas con discapacidad visual

El día mundial del peatón, que se conmemora el 17 de agosto de cada año, desde 1897, a raíz de un accidente de tránsito ocurrido en Londres, que dejara como consecuencia el fallecimiento de la joven Bridget Driscoll, nos invita a reflexionar sobre el sinnúmero de riesgos a los cuales, todos nos vemos enfrentados, desde que salimos de la casa al trabajo, al estudio o a cumplir con alguna diligencia, hasta regresar, con suerte sin ninguna novedad.
Las personas con discapacidad visual nos encontramos a diario, mucho más expuestos a las barreras físicas que restringen o que obstaculizan las vías peatonales.
No es extraño encontrar en el recorrido peatonal, algún bolardo o poste mal ubicado en mitad de la acera, un puesto de venta ambulante o un vehículo mal parqueado y esto sucede por el constante incumplimiento de las mínimas normas de seguridad vial.
Tampoco es extraño encontrarse en el trayecto con una alcantarilla abierta o en el paso de un puente peatonal, llevarse la sorpresa de que han quitado alguna de las láminas metálicas que recubren el piso, ocasionando a las personas ciegas, accidentes inevitables, si estos vacíos no se detectan a tiempo con el bastón.
Aunado a estas dificultades, surge la necesidad de contar con más semáforos sonoros o agentes que controlen el tránsito para cruzar con seguridad, aquellas avenidas de alto tráfico y alta velocidad.
Para evitar, o por lo menos, minimizar estos riesgos, las personas con discapacidad visual requerimos de una gran concentración, mientras realizamos los trayectos peatonales, lo cual nos obliga a mantener atentos los demás sentidos, así como a utilizar de manera adecuada las técnicas de orientación y movilidad.
Pero también se requiere que todos, sin excepción, tomemos conciencia sobre la necesidad de respetar las normas de tránsito y que los peatones transiten por las aceras y las vías con prudencia y precaución.
Ténganse en cuenta, por parte de las personas con discapacidad visual, las siguientes medidas de precaución que pueden ser útiles para prevenir accidentes y mantener la seguridad vial.
• Procure transitar siempre por la acera, nunca por la calle, a menos que los obstáculos en los andenes o la poca accesibilidad le obliguen a bajarse a la vía vehicular. En cualquier caso, camine siempre bordeando la acera hasta que pueda retomarla.
• Cruce las calles y avenidas por las esquinas, ubicando el semáforo y la cebra. Si la avenida que desea cruzar no cuenta con semáforo y es de alto fflujo vehicular, no se arriesgue a cruzar solo. Es mejor esperar la ayuda de alguno de los transeúntes que estén cerca.
• Utilice siempre los puentes peatonales, caminando moderadamente y muy concentrado para evitar posibles obstáculos o vacíos que no se alcanzan a detectar con el bastón cuando se camina a paso rápido.
• Evite utilizar audífonos para escuchar música mientras se desplaza por las vías peatonales o al cruzar avenidas. Las personas con discapacidad visual requerimos de mayor concentración para prevenir cualquier tipo de accidente cuando nos movilizamos por espacios abiertos.
• En cuanto le sea posible, utilice los senderos podotáctiles que ya han sido instalados en las aceras de las avenidas principales y de mayor concurrencia peatonal, ya que éstos fueron diseñados para que las personas ciegas caminen con mayor seguridad utilizando el bastón.
En conclusión, la seguridad vial para las personas con discapacidad visual, depende en gran medida de que todas las personas, sin excepción, cumplamos nuestros deberes ciudadanos con responsabilidad, evitando obstaculizar las vías peatonales, respetando las normas de tránsito y brindando ayuda a las personas ciegas, para el cruce de calles de alto tráfico vehicular o en caso de que existan barreras que restrinjan los pasos peatonales.