Reminiscencias de una gran institución

A lo largo de la historia, encontramos personas interesadas en el progreso y bienestar de la población con discapacidad visual. Nos podemos remontar a la época del presidente Marco Fidel Suárez, quien en su obra ‘Sueños de Luciano Pulgar’, mostró el interés en favor de estas personas. De forma simultánea, el licenciado Juan Antonio Pardo Ospina, creó el Instituto Colombiano de Niños Ciegos y Sordos en Bogotá. Y por otra parte, se creó la Federación Nacional de Ciegos y Sordos, entidad que cuando se liquidó, dio nacimiento al Instituto Nacional para Ciegos –INCI, que obtuvo vida jurídica mediante el Decreto 1955 del 15 de julio de 1955 y empezó su funcionamiento de forma oficial en 1967.
Desde que lo conozco, el Instituto ha tenido varias sedes: la primera en la Avenida Caracas entre calles 18 y 19, la segunda en la esquina noroccidental de la Avenida 19 con Avenida Caracas y la tercera en la Carrera 9 con Calle 17, en esta última sede no solo funcionaba la parte administrativa, sino también la biblioteca en Braille y talleres protegidos, los cuales recibían subcontratos de laboratorios farmacéuticos, capacitaciones e iniciativas para el fomento de trabajo.
Recuerdo que como dependencia del INCI, se creó la Imprenta de Braille en una casa del barrio La Candelaria, luego se trasladó al sector de San Cristóbal, después al barrio Salazar Gómez y por último al edificio que conocemos actualmente en la carrera 13 No. 34 - 91.
Lo cierto es que la Entidad siempre ha prestado sus servicios en pro de la educación, el trabajo, la cultura, el empleo, el bienestar social y expresión artística (danza, teatro y música) de las personas con discapacidad visual.
Son muchos años de trabajo arduo para lograr lo que hoy tenemos. En la actual administración a cargo del doctor Carlos Parra Dussan, hemos observado grandes y beneficiosos cambios, que permiten a las personas ciegas y de baja visión tener acceso a más oportunidades de inclusión social.
Entre sus destacados esfuerzos, el doctor Parra Dussan se ha encargado de que estudien y aprueben la Ley del Braille a nivel nacional. En el plano distrital, apoyó la iniciativa que permitirá la rotulación en Braille para los medicamentos de uso humano y veterinario, e incluso, se ha preocupado porque se habilite la accesibilidad a los documentos, al cine y a la televisión mediante la herramienta de audiodescripción.
Gracias a nuestro director, se ha dado apertura a nuevos espacios de acercamiento a la tecnología y proyección humana: se creó la emisora INCIRadio, el Centro Cultural y la Biblioteca Virtual para dar a conocer al INCI y todos los servicios sociales que presta.
Otro aspecto a destacar y tener en cuenta es lo relacionado con la emisión de comerciales, que educan y promueven la prestación de servicios.
Aprovecho para hacer un llamado y convocar a la población joven con discapacidad visual total o parcial, para que aprovechen todos los recursos que brinda el INCI, porque los que somos de la vieja guardia, ¡qué hubiésemos dado porque en nuestra época existiesen estas herramientas!
Como persona de baja visión, en calidad de trabajadora social y excolaboradora No. 32, felicito, admiro y agradezco al Instituto Nacional Para Ciegos INCI, debido a que pude prestar mis servicios por muchos años. Es mi deseo que continúe progresando en forma muy eficiente durante muchos años.
¡Felices 65 años a esa hermosa institución!
Amparo Muñoz de Gómez
Trabajadora social y excolaboradora del INCI