Puntos que son Ventanas al Mundo

Este cuatro de enero, se celebró el día mundial del braille.
Un sistema que para muchos constituye puntos sin sentido, pero que nos permite a las personas ciegas acceder al mundo, conocerlo, leerlo y hasta cierto punto imaginarlo.

Podría decirse que es como mirar por una ventana, una que durante mucho tiempo estuvo cerrada. Esta ventana es mágica porque no te permite ver (en el sentido estricto de la palabra) sino que puedes tocar el mundo, olerlo, escuchar cosas nuevas. Es una ventana poderosa que nos permite leer libros, escribir música, aprender idiomas, y hasta ubicar nuestro país en mapas.

Es una ventana de oportunidades gracias a la cual muchos tenemos trabajo, otros acceden a la educación, otros pueden transportarse y medicarse sin riesgos. Es una ventana de sueños porque cada vez que escribimos nuestras historias, cada vez que un niño imagina mundos posibles, esa ventana deja volar millones de mariposas llenas de coloridos puntos que le dan vida a los sueños de cada uno.

El braille es la posibilidad de jugar y entretenernos; porque... ¿sabías que podemos escribir braille en el cuerpo? ¿sabías que hay juegos adaptados en este sistema?

¿Crees que Louis braille imaginó en algún momento que podríamos hacer
tantas cosas solo con seis puntos?

Este año el braille cumplió 197 años. Cabe preguntarse entonces, si todo esto ha ido avanzando y progresando a lo largo del tiempo, en 20 o 30 años más, ¿en que otros lugares encontraremos braille? ¿será que el braille en algún momento dejará de usarse?

Nuestra tarea y la de todas las personas ciegas del mundo que lean y escriban en este sistema, es no permitir que la segunda pregunta se haga realidad. El braille es y será para las personas ciegas ese sistema de información, entretenimiento, lectura y comunicación; porque si siempre hay alguien, aunque sea una sola persona que le encuentre sentido o utilidad a estos seis puntos en relieve, el esfuerzo de Louis Braille y el de todos y cada uno de quienes trabajamos por poner estos puntos en millones de lugares merecerá la pena.

Cada cuatro de enero, cómanse un pedacito de postre o brinden a la salud de un niño francés que hace muchísimo tiempo, decidió emprender la aventura de tocar puntos y darles sentido.