Luisa Fernanda Moreno, un ejemplo de superación y constancia

En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer 2017, en IN-Pulso hablamos con Luisa Fernanda Moreno, una mujer con discapacidad visual quien gracias a su esfuerzo y ganas de superación hoy es un ejemplo digno de seguir.
A los 12 años, Luisa quedó ciega y desde ese momento su vida cambió radicalmente. Dejo sus estudios y junto a su familia comenzó un intenso recorrido a través de citas médicas y visitas a centros especializados para discapacidad visual. “ Asimilar el duelo y aceptar que estaba ciega fue un proceso muy difícil, desde los 12 años hasta los 19 años me encerré en mi casa pues prefería no salir ni hacer amigos”, asegura Luisa.
A los 19 años comienza a explorar el mundo con la ayuda de su perra guía. Esta experiencia le dio el valor para afrontar de manera contundente su discapacidad visual y enseñarles a sus padres que ella era capaz de afrontar riesgos y de hacer muchas cosas por sí misma.
Con esa voluntad entró al Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos – CRAC en dónde aprendió a leer y escribir en braille y posteriormente ingresó a estudiar Sistemas en el SENA. Gracias a ello trabajó como formadora en el programa Convertic del Ministerio de Tecnologías de Información y las Comunicaciones, en alianza con el Instiruto Nacional para Ciegos (INCI).
En el 2015 el INCI vinculó a Luisa en la entidad como auxiliar de encuadernación en la Imprenta Nacional para Ciegos. Con una sonrisa en el rostro, Luisa asegura que “el INCI ha sido una gran oportunidad de vida pues trabajé junto a personas maravillosas que con sul abor y esfuerzo logran que más personas con discapacidad visual accedan al conocimiento a través de los libros impresos en braille”.
Luisa demuestra que la constancia y las ganas de superación son la clave para el éxito. Hoy Luisa está casada y vive con su esposo que también tiene discapacidad visual y con sus sus dos perras guía: Asahi’ ,que en Japonés significa: El sol de la mañana, y Sayuni que significa mi princesita.