La tecnología se adapta a la discapacidad

Hablar de discapacidad es un discurso que ya la mayoría de personas conoce. Podemos describir la lista de discapacidades que las personas pueden llegar a tener y las que se pueden prevenir, pero este artículo no trata de eso, se trata de comprender cómo teniendo una discapacidad tan notoria como es la sordera y más aún la discapacidad visual, es posible acceder a la información y al entretenimiento mundial.
En nuestro país las personas sordas cuentan con ayudas tan importantes para comprender los contenidos televisivos como el Closed Caption, que para quienes no saben qué es, simplemente se trata de una barra inferior de texto que en la mayoría de casos es manipulada por alguien que por obvias razones no comprende a la misma velocidad el mensaje y termina distorsionándolo.
Pongámonos unos minutos en los zapatos de la persona sorda que no pudo leer bien el mensaje o en los de la persona ciega que no se dio por enterada que las lavadoras estaban a mitad de precio al escuchar un comercial que solo llevaba música y textos animados.
Los mensajes del gobierno o de las entidades públicas en Colombia ya tienen, por fortuna, la ley 982 de 2005, que garantiza el efectivo ejercicio de su derecho a la información en los canales nacionales, así que es muy común que ya veamos a una persona ocupando un noveno del espacio de nuestras pantallas haciendo lengua de señas para quienes no pueden oír. Aunque esto es un avance significativo y muy bien logrado, ahora el turno es para la población con discapacidad visual, que necesita que le narren lo que pasa en la película Matrix, que le cuenten que las lavadoras están a mitad de precio y que le mencionen el número de teléfono que debe marcar para denunciar o comprar algo.
La ley 1680 de 2013 garantiza a las personas ciegas y con baja visión el acceso a la información, a las comunicaciones, al conocimiento y a las tecnologías de la información y de las comunicaciones, dándoles la oportunidad de tener un asistente narrativo que mejore su experiencia con los medios masivos y de entretenimiento audiovisual.
La audiodescripción en el cine colombiano es una realidad gracias a la empresa privada y ahora la obligación es de las instituciones públicas que tienen mucha información para compartirles a las más de un millón doscientos mil personas con discapacidad visual.
El Instituto Nacional para Ciegos INCI ha comenzado la labor de audiodescribir desde el año 2017 y a la fecha se han producido 25 adaptaciones a terceros, 41 producciones propias con audiodescripción y narración, de las cuales 5 ya poseen lenguaje de señas colombiano, grabado en sus propios estudios, con talento nacional e ideas originales muy bien acogidas a nivel educativo, como por ejemplo, cursos cortos de Braille, capítulos sobre cómo abordar a una persona ciega en la calle, mensajes de prevención de la ceguera e historias de todo tipo, que abren un nuevo mundo a quienes pueden escuchar con detenimiento la descripción minuciosa de lo que ocurre en un film o un spot televisivo.
Todo está listo para que este 2019 la entidad de los ciegos en el país llene de contenidos accesibles los oídos de quienes saben escuchar. La televisión digital y su gran tecnología muy pronto será también la aliada de los ciegos.
Autor: Juan Carlos Rodríguez