La importancia del Sistema Braille para las personas ciegas en el desarrollo de las actividades cotidianas.

Persona con discapacidad visual leyendo braille
Numero edicion
Edición Número 94

Abordar el tema del Braille en estos tiempos resulta para muchos un asunto demasiado desgastado y pasado de moda, porque según dicen, los adelantos tecnológicos en materia de informática lo sustituyen y por ende, ya no es necesario su uso. Es probable que, quienes no requieren utilizarlo, lo miren con cierta curiosidad y hasta con cierto desdén porque ni se imaginan tener que utilizarlo en algún momento.

El proyecto de ley que hace curso en el congreso y que es promovido desde el INCI, le está dando al Braille la real importancia que significa para quienes lo seguimos utilizando, porque reconocemos en este sistema, el acceso ágil y efectivo a la lectura y la escritura, como lo hacen las personas que ven cuando utilizan el alfabeto convencional.

El INCI también ha promovido el uso del Braille en la elaboración de documentos informativos, así como en la elaboración de las tarjetas electorales, la señalización de lugares de alta afluencia de público y ahora, con el impulso y promoción de este proyecto, del cual se espera se convierta pronto en la Ley del Sistema Braille, donde seremos testigos de la masificación de este maravilloso código de lecto-escritura en las etiquetas de medicamentos y otros productos que garantizarán el acceso a la información a los usuarios con discapacidad visual.

El Braille ha sido y seguirá siendo un elemento fundamental para el desarrollo integral y profesional de las personas ciegas, porque su uso se hace imprescindible en cualquier momento, situación, contexto o evento. Las personas ciegas suelen aplicar el Braille en muchas de sus actividades cotidianas. Hay quienes gustan de etiquetar en Braille sus objetos personales para mantenerlos organizados según sus necesidades, otros, por cuenta propia, marcan con Braille los teclados de los electrodomésticos digitales como lavadoras y hornos micro ondas, sin desconocer que en el mercado se consiguen elementos de uso cotidiano adaptados al sistema Braille como relojes, calculadoras, termómetros, agendas electrónicas, que hacen la vida un poco más cómoda y agradable para las personas ciegas.

De otra manera, en las actividades académicas, nunca sobrará tener a la mano una pizarra, un punzón y un cuaderno para tomar los apuntes de las clases. En las actividades laborales, el Braille nos permitirá mantener siempre al día nuestra agenda de trabajo y hasta tomar nota de los mensajes telefónicos para, en dado caso, trasmitirlos luego a los compañeros de oficina. En el evento de tener la oportunidad de dictar una charla o conferencia, el Braille nos facilita llevar escritos los textos de las diapositivas para leerlas al tiempo que se proyectan. En actividades
 
culturales, las personas ciegas pueden oficiar como maestros de ceremonias, pues con la ayuda de este sistema o alfabeto, se puede llevar el control de la programación y el tiempo de cada intervención.

Estas posibilidades, aunadas a la futura promulgación de la Ley del Sistema Braille, son las que nos convencen cada vez con mayor certeza, de la importancia que significa en la vida de las personas ciegas, contar con esta valiosa herramienta, que brinda apoyo, soporte y seguridad para alcanzar la mayor autonomía.
 

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Fotografía Pedro Andrade

Pedro Andrade Lozada 
Subdirector General del INCI
Instituto Nacional para Ciegos