La evolución de la televisión incluyente

La evolución del cine y de la televisión ha sido exponencial desde su creación. Los avances en tecnología, efectos especiales, efectos de sonido, historias y narrativas, todo ha crecido para garantizar el entretenimiento de las personas con diferentes temáticas o con diferentes guiones, pero siempre poniendo como base factores humanos e intrínsecos para cada uno. Sin importar el género o el público para el que esté dirigido, cualquiera de estos productos parte desde lo humano.
Ya sean historias infantiles o documentales, ya sea ciencia ficción o biografías, pueden ser dramas o comedias, todas están basadas desde lo esencial y a veces básico que nos hace ser personas; valores, ética, moral, amor, odio y rivalidad son sólo algunos de los elementos que encontramos en cada uno de los personajes que hacen una propuesta cinematográfica.
Desde hace unas décadas se empezó a incorporar un concepto de inclusión en las producciones de televisión y cine, pero se limitaba a resolver un problema crucial de la época, el racismo. Desde entonces se generó, casi que por obligación, el uso de personajes de diferentes razas o etnias en todas las producciones, logrando, como aspecto positivo, el reconocimiento de todos los humanos en cualquier situación o lugar. Lamentablemente también se cayó en los estereotipos de los que aún es difícil de desligar a las razas.
Más recientemente el cine y la televisión tuvieron un nuevo avance en cuanto a la inclusión. La incorporación de personajes LGTBI en su elenco, al igual que el avance anterior, generó todo tipo de malestar al principio, pero gracias a esto se ha dado mayor aceptación.
La evolución de la inclusión en la televisión no se detuvo ahí, obtuvo un salto inmenso en cuanto al lenguaje incluyente, que tantas veces hemos defendido desde el INCI; además de la incorporación de historias y actores con discapacidad. Películas basadas en las personas con discapacidad y sus grandes acciones se convirtieron en una plataforma enorme no sólo para retar a los guionistas, directores y actores para mostrar la normalidad, pero a su vez la maravilla de vivir como una persona con discapacidad.
Sí, la discapacidad cognitiva puede ser la más común en el cine y la que más emociona a los actores por interpretar, pero las demás discapacidades se toman cada vez más su espacio en el séptimo arte.
La vida de grandes músicos ciegos llevada a las pantallas ha sido de las producciones más premiadas. Recuerdo con mucho cariño la adaptación biográfica de Ray Charles, sobre todo por mostrar una narrativa llena de ambición, dedicación, trabajo, superación y otros aspectos humanos y reales de las personas con discapacidad visual.
Claro que la televisión y el cine están llenos de estereotipos y de personajes repetitivos, la doncella, el príncipe, el bufón, el bueno o el malo, pero estamos viviendo un presente lleno de historias realmente humanas, con personajes de todas las regiones del mundo, de todos los gustos y sobre todo con todas las capacidades y discapacidades que hay.
Aún hay mucho trabajo que hacer y muchos estereotipos y paradigmas por derribar, pero puedo decir que cada día estamos más cerca de la televisión incluyente.
Autor: Juan Esteban Gómez