La emancipación es toda una mujer

Fotografía de Nelson Julián Villamizar
Edición Número 112

Autor:

Nelson Julián Villamizar
Director Periódico Proclama

La fragilidad social o vulnerabilidad por estar antecedidos del articulo femenino ‘la’ conllevan contenidos de una debilidad manifiesta y la lectura casuística de indefensión entronizada en la gramática, en las costumbres y en todas las expresiones de la cultura como sinónimos de indefensión históricamente alimentados en las prácticas y discursos machistas de una sociedad cada vez más convulsa y confundida en las angustias existenciales, en sus ancestrales y sempiternas contradicciones que se remontan biológica y cronológicamente a la aparición del homo sapiens y desde entonces la apropiación del hombre como máximo referente poseedor del poder en un permanente ejercicio de su posición dominante.

La fuerza física, la contextura, las características fisiológicas y ventajas anatómicas como no menstruar ni cargar otras criaturas dentro de si entre otros determinantes posibilitaron una progresiva relación de superioridad donde el macho paulatinamente fue erigiéndose como el líder en las manadas y con el paso de los tiempos y la evolución de la especie y sus entornos fue afianzándose el rol preponderante que con el surgimiento de la oralidad, los hábitos, las tradiciones y los desarrollos socioculturales con matices basados en las creencias, la mitología y religiosidad marcaron con sus símbolos y significados el relacionamiento social cada vez mas elaborado y sujeto a las complejidades del pensamiento susceptible a lo mágico y lo esotérico como respuesta a la sucesión de inquietudes e interrogantes consecuentes con el ciclo  de las necesidades y sus satisfactores.

Los mitos y las leyendas en continuada sucesión fueron construyendo los patrones de conducta estableciendo definitivamente la prevalencia de lo masculino así los dioses omnipotentes eran los artífices de las soluciones las siervas de sus liviandades y veleidades encarnaban las problemáticas y por lo regular eran causa del conflicto, el hombre era imagen y semejanza de Dios la mujer en un acto de conmiseración es creada de la costilla del dueño de la creación, a la mujer se le endilga la causa del pecado original siendo condenada a ocupar por siempre los lugares secundarios en el escalafón de la sociedad relegada a sus prohibiciones y a sus impedimentos impuestos por un patriarcado asfixiante hoy en franca decadencia que en un mea culpa revisa con su mirada interior las autenticas causas de una sociedad inequitativa, excluyente y atrapada en la génesis de sus infamias, falacias e hipocresías apocalípticas.

La abnegación, la entrega caracterizan el inmenso amor absoluta, el verdadero sacrificio y amor a toda prueba con el que la mujer realiza la catarsis de aquel injusto designio que vocifera “parirás tus hijos con dolor” paradójicamente ellas si que saben dominar el dolor los miles de billones de humanos que han poblado y hoy vivimos en este planeta testimoniamos como ellas realmente son las más fuertes y valientes constituyendo el soporte de la especie humana y de todas las sociedades cualquier aparecido puede engendrar un hijo es decir cualquiera puede ser padre pero cada hijo tiene la certeza de saber quien es su madre por eso el dicho que madre solo hay una quedando bien claro que no necesariamente toda mujer deba ser madre pero aquellas que lo decidan  regularmente jamás renuncian al cuidado y amor de sus descendencias esta es una de las esencias de la especie humana.

Eventualmente los hombres suelen abandonar en cambio la mujer mantiene siempre latente su compromiso con la vida venciendo cualquier dolor y reitero su real sacrificio voluntariamente aceptado trasciende el dolor incluso sin ser madre permítanme traer un ejemplo muy cercano recordando la matrona de las personas ciegas cuentan los narradores que era una hermosa joven Lucia de Medichi que a fines del siglo III en un acto estoico trocando su dolor por amor en supremo sacrificio arranco los ojos de sus cuencas en ofrenda Divina de allí la imagen de Santa Lucia ofreciendo sus ojos en un plato, fuera del ámbito religioso las sociedades mas avanzadas reconocen los inconmensurables aportes de la mujer en todos los ámbitos, áreas de la historia cada vez aumenta el clamor por el papel protagónico de la mujer.

La humanidad tiene fincada sus esperanzas en la mujer que progresivamente viene ocupando los sitiales privilegiados para el direccionamiento de los pueblos, las mujeres están llamadas a reivindicar la historia de la humanidad ante el rotundo fracaso del machismo, así desde la población de personas con discapacidad envió mi respetuoso y cálido abrazo a la red de mujeres, las consejeras, representantes de nuestra comunidad en los consejos distritales, los comités departamentales, a las directivas de nuestras organizaciones sociales y en general a las lideresas de nuestros procesos que por fortuna están construyendo ese mejor futuro que aguarda a nuestra humanidad con más estética y más amor porque felizmente la emancipación es toda una mujer.