La elegancia del bastón

A lo largo de la historia el bastón ha adquirido diferentes significados, posterior a la época del renacimiento y en especial en Europa el bastón era una insignia de mando, un signo de dignidad y elegancia, siendo elaborado en diferentes materiales como marfil, plata, oro y de los más excéntricos tipos de madera. Para ellos era un accesorio que los identificaba con un estatus, con un nivel socioeconómico y con un estilo característico. Logrando crear la imagen del bastón como una herramienta de orgullo.
Con el pasar de los años y con el trabajo de personas dedicadas que identificaron al bastón no sólo como un accesorio sino como una herramienta en la movilidad, se amplió el uso del bastón a nivel mundial o en diferentes ámbitos y así, las personas con discapacidad visual encontraron su cómplice para declarar y elevar un grito de independencia, de realmente demostrar a un mundo que aún está rompiendo paradigmas que las personas ciegas no inspiran lástima ni son incapaces, todo lo contrario.
Cabe aclarar que dentro de la discapacidad visual se encuentran dos grupos principales de personas que se integran en esta discapacidad, el primero y por el que son más reconocidos es el de las personas ciegas, son aquellos que por diferentes circunstancias, ya sean congénitas, por una enfermedad, accidente o cualquiera de las razones que hay en el mundo, redujeron su capacidad visual a cero.
Las personas ciegas también cuentan con un símbolo de elegancia, un signo de dignidad, identificados con el bastón blanco, se hace fácil ubicarlos en las calles desplazándose autónomamente por sus municipios, pueblos, ciudades y por el mundo.
El segundo grupo es el de las personas con baja visión, que hasta hace poco se les identificaba como baja visión irreversible, ellos representan el mayor grupo de personas con discapacidad, entre los que se encuentran las personas con alguna enfermedad degenerativa o alguna condición que podría eventualmente conllevar a la ceguera.
Este segundo grupo también cuenta con un símbolo de identificación, no todos lo usan, pero es claro que está ahí para ellos y es el bastón verde, este bastón también ayuda al desplazamiento y ayuda a identificar a las personas de baja visión con la discapacidad visual.
Ahora bien no se podría seguir hablando de este símbolo de identificación sin hacer mención de un grupo de personas que hace parte de la población con discapacidad visual: los sordociegos; ellos, más que los otros miembros de este importante segmento de la población del país, usan el bastón como una herramienta de identificación de su discapacidad, y es importante conocerlo ya que no es lo mismo guiar o abordar a una persona ciega que a una sordociega.
El bastón con tiras rojas y blancas identifica a los sordociegos del país y del mundo. Éste y los demás bastones mencionados dejaron de ser una herramienta de movilidad para convertirse en un símbolo de orgullo, de tenacidad, de dignidad y sobretodo de autonomía de las personas con discapacidad visual.
Solo queda invitar al mundo entero a valorar y respetar el bastón y a su usuario, por el otro lado reiterar a las personas con discapacidad visual, llévenlos con orgullo y como se dice constantemente en el Instituto Nacional Para Ciegos – INCI, “¡QUE SUENEN LOS BASTONES!”

Juan Esteban Gómez Ramírez
Asesor de Dirección General y Comunicaciones