El braille de hoy

Han pasado casi dos siglos desde que Luis Braille perfeccionó y dio a conocer el sistema que en su momento, presentó como: "procedimiento para escribir palabras por medio de puntos".
En aquella época -año 1821- cuando Luis Braille todavía seguía siendo estudiante de la Escuela de Ciegos de París, comenzó a trabajar en la idea de elaborar un sistema de lectura y escritura, basado en la sonografía que había inventado el capitán Charles Barbier.
Lo primero que hizo Luis Braille fue reducir el código Barbier, de doce a seis puntos, y ordenarlos en una matriz de dos columnas por tres filas, logrando así, que la yema de un solo dedo fuese capaz de detectar los seis puntos de forma simultánea.
Un segundo y no menos importante acierto de Luis Braille fue darle a su sistema la categoría de alfabeto, lo cual ha permitido que se adapte a cualquier idioma, incluso, a los caracteres del chino y los silabarios del japonés.
Por estas y otras razones, el braille de hoy es el mismo de hace más de 150 años, con las adaptaciones necesarias que cada país ha incorporado, según su lengua escrita.
En los últimos 20 años, el braille se ha diversificado de modo tal, que ya no aparece solamente en los apuntes de los estudiantes ciegos y en los voluminosos libros impresos, sino que se ha materializado en otros contextos, como en la señalizaciónn de las paradas de buses, en botoneras de ascensores, en los paneles de los electrodomésticos y hasta en las tarjetas electorales.
De la misma manera, el braille se ha hecho presente en dispositivos electrónicos, en sistemas de telefonía móvil y en periféricos de computadores, abriendo una amplia gama de posibilidaddes para que las personas usuarias de este sistema accedan a la lectura y a la información de manera ágil, oportuna y efectiva.
En Colombia, la relevancia que ha cobrado el sistema braille en estos últimos años, ha sido impulsada y promovida desde el Instituto Nacional para Ciegos - INCI, con la modernización de la única imprenta Braille, donde se produce material de literatura, matemáticas, química, física, ciencias naturales y lengua castellana, el cual se distribuye de manera gratuita a las instituciones educativas, bibliotecas y centros de recursos que brindan atención a personas con discapacidad visual.
Igualmente, se elabora material en braille para señalización, marcación para empaques de medicamentos y elaboración de tarjetas de votación electoral.
Vale resaltar también el gran aporte que la tecnología informática ha proporcionado al sistema braille, que, lejos de llegar a sustituirlo o eliminarlo, se ha convertido en un importante complemento que facilita su uso y apropiación. Es así como las impresoras y las denominadas líneas Braille, facilitan a sus usuarios el acceso y edición de documentos, la gestión y consulta de información, asegurando a las personas con discapacidad visual el ejercicio de su autonomía e independencia.
En conclusión, el braille de hoy, sigue siendo la herramienta de lectura y escritura que garantiza a las personas ciegas y con baja visión que utilizan este sistema, el ejercicio del derecho a la edducacion, el acceso a la información y el ejercicio de su autonomía.