El bastón blanco, identidad de baja visión y ceguera

¡El bastón blanco hace posible los desplazamientos autónomos y seguros!
Más allá de la creencia común que quien lo porta es una persona ciega; este elemento es utilizado también por personas con baja visión, es decir, por quienes conservan cierta cantidad de visión, pero esta no les es útil para sus desplazamientos seguros, sobre todo en la vía pública.
Sin embargo, algunas personas con baja visión se niegan a utilizarlo, argumentando que la gente en la calle duda de su condición visual frente a situaciones como esquivar obstáculos grandes, acercarse y leer carteles con letras grandes llevando el bastón, saludar a una persona con la que se cruzan, entre otras.
Por supuesto, no significa que todas las personas con baja visión deban utilizar esta herramienta; pues en baja visión la gama de dificultad para realizar actividades que requieran del uso de la visión es amplia, y claramente el bastón solo estará indicado para quienes experimentan inseguridad en los desplazamientos por su compromiso visual.
Lo anterior motivó la creación de un distintivo que, al portarlo, diferencie a estas personas de las personas con ceguera, y a su vez, permita que la comunidad en general las reconozca como personas con discapacidad visual. Es así como en el año 1994, en Argentina, la profesora y especialista en baja visión Perla Catherine Mayo creo el bastón verde, iniciativa puesta a disposición de los distintos países, que son autónomos de implementar la legislación. Se trata de un bastón con las mismas características del que todos conocemos, pero que cambia sus partes de color rojo por color verde.
En octubre, cuando se ha definido el 15 como el Día Internacional del Bastón Blanco, es la oportunidad para reconocerlo, más allá de su color, como un elemento fundamental en la autonomía e independencia de las personas ciegas y con baja visión, así como un medio de reconocimiento de esta condición.