Alfabetización de adultos y discapacidad visual, un reto de autonomía personal

Desde el año 2002, en el marco de la atención educativa para personas adultas o del Programa Nacional de Alfabetización, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) establece como objetivo: "lograr que los jóvenes mayores de 15 años y adultos iletrados reciban un proceso de formación en competencias básicas de lenguaje, matemáticas, ciencias sociales y naturales, y competencias ciudadanas, integrando de manera flexible las áreas del conocimiento y la formación establecidas en el Ciclo Lectivo Especial Integrado"
El MEN en el año 2016, publica el porcentaje de personas que desde el Censo DANE (2005), y la Gran Encuesta de Hogares (2014), muestran una tasa del 5.8% de analfabetismo en nuestro país, lo cual es una cifra alta en comparación con el máximo establecido por la UNESCO, de 3.8%.
Dentro de estas cifras hay un porcentaje de personas adultas que forman parte de esos casi dos millones de colombianos que son ciegos o tienen algún tipo de baja visión, por supuesto se espera que en lo posible algunos ingresen al sistema educativo, teniendo éste la oferta suficiente y adecuada a las necesidades del grupo poblacional. Pero además de disponer de la oferta educativa, algunos aspectos del perfil personal de estos estudiantes se deben tener en cuenta para obtener mejores resultados, una mejor armonía entre el individuo y la comunidad educativa. Uno de estos aspectos es su autonomía personal.
Hay que decir, como una premisa, que desde la perspectiva de la rehabilitación, los estudiantes adultos con discapacidad visual (D.V.), que llegan a los servicios educativos del ciclo de alfabetización, tienen algún grado de autonomía personal, entendiéndose esta como la capacidad para desarrollar diversas actividades de forma autónoma sin la ayuda de otras personas, como por ejemplo desplazarse solo en recintos cerrados o espacios abiertos, con seguridad, haciendo uso del bastón o no de acuerdo a su condición visual y características del terreno; ser capaz de desplazarse solo para encontrar direcciones usando mapas mentales o tecnologías, y valerse por sí mismo para actividades de la vida diaria como el orden y aseo personal, arreglo de la propia ropa, limpieza casera, preparación de alimentos etc. De igual manera es de gran importancia la capacidad de mantener la atención y concentración durante el tiempo que duran las clases. Asumir la responsabilidad de los diferentes deberes académicos, mostrar habilidades sociales en el trato con compañeros y profesores, etc.
De acuerdo con lo mencionado anteriormente es importante conocer ¿Cómo adquiere una persona adulta con D.V. esas habilidades? La respuesta está en el apoyo familiar, el apoyo institucional y el servicio de rehabilitación, si están disponibles; es importante que el estudiante adulto tenga algún grado de adaptación psicológica relacionada con la aceptación de la condición visual, deseo y necesidad de desarrollar un proyecto de vida que trascienda las limitaciones que le haya impuesto la discapacidad, y finalmente voluntad y perseverancia para definir y alcanzar metas. Los procesos de rehabilitación tienen resultados y alcances relativos debido a que las condiciones personales individuales y del entorno social, varían mucho de una persona a otra, pero el ingreso al sistema escolar demanda de algún porcentaje de avance en estos aspectos; de lo contrario los docentes se verán enfrentados a procesos de enseñanza en donde la falta de autonomía conlleva demoras y dificultades para la enseñanza y el aprendizaje.
Así pues, es recomendable buscar las alternativas mencionadas en los casos donde el estudiante con D.V. adulto que ingresa a alfabetización deba incrementar sus habilidades de autonomía personal, en aras de alcanzar un mejor rendimiento y logros académicos, sin necesidad de ir a las clases con un acompañante como suele suceder. A su vez es importante que los profesores que van a atender a esta población reciban la formación y asistencia técnica para un mejor desempeño en su labor docente. Recuerde que en este último aspecto de formación docente y asistencia técnica, el INCI ofrece su apoyo a través de las solicitudes que sean dirigidas al correo aciudadano@inci.gov.co.
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